El cargo de Calviño en el BEI en el aire tras fracasar Sánchez para colocar a Delgado en el BCE
Tras el fracaso de Sánchez al no colocar a Delgado en un puesto clave en el BCE: Calviño en el aire
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha cosechado su primer fracaso internacional al no colocar a Margarita Delgado, actual subgobernadora del Banco de España, al frente de un puesto clave en el BCE, la dirección de la supervisión bancaria europea. Ahora está completamente en el aire que consiga situar a la vicepresidenta Nadia Calviño al mando del BEI (Banco Europeo de Inversiones), algo nada seguro, de acuerdo con las fuentes consultadas por OKDIARIO en Bruselas.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo decidió ayer optar por el nombramiento como dirigente del Consejo de Supervisión a la alemana Claudia Buch, actual vicepresidenta del Bundesbank, tal y como sugirió OKDIARIO este miércoles. Buch era la favorita de la presidenta de la institución, Christine Lagarde, que llevaba un tiempo maniobrando contra la candidata española a pesar de haber sido recomendada unánimemente por el Parlamento de Estrasburgo y contar con las mejores credenciales para un puesto clave en las instituciones comunitarias.
Fuentes cercanas tanto al Banco de España como al propio BCE afirmaron a este medio desconocer los motivos reales que han empujado a Lagarde a maniobrar y cerrar el paso a la española -probablemente el futuro apoyo de Alemania para mantenerse en el cargo una vez que culmine su mandato-, pero constatan los movimientos que ha hecho en contra de la española. Entre otras, se ha negado a distribuir entre el consejo de gobierno del BCE la carta que le remitió el comité de Economía del Parlamento Europeo recomendando por unanimidad la reelección de Delgado.
Finalmente, Buch se ha impuesto a la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, con un currículum mucho más potente que la alemana, pues ha dedicado la mayor parte de su carrera profesional a la supervisión de las entidades financieras, tanto en el propio BCE como después en el banco central español, según constató el pasado mes de julio el Parlamento de Estrasburgo.
De esta manera, Sánchez cosecha un claro fracaso internacional, mientras la apuesta por Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones está en el aire, pues buena parte de los gobiernos europeos -que son de derechas-; por su condición de ministra, es decir de política, para ocupar un puesto eminentemente técnico, que no constituyen buenas credenciales.
Competición por el BEI
Finalmente, y quizá esta es la cuestión crucial, Nadia Calviño afronta una dura competencia en el BEI. De manera destacada, la liberal danesa Margrethe Vestager, que es la actual vicepresidenta de la Comisión Europea y se ha labrado un notable prestigio en los círculos de Bruselas que podría ganarle el respaldo de gobiernos como el de Francia, los estados del norte de Europa e incluso de la propia Alemania.
Otro de los que compiten en la carrera es Daniele Franco, ex ministro de Finanzas italiano en el precedente Ejecutivo de Mario Draghi, que a su vez fue el anterior presidente del Banco Central Europeo (BCE), y cuya reputación internacional ha impregnado a la mayor parte de los miembros de su gobierno y especialmente al señor Franco.
De hecho, la actual presidenta del Gobierno de Italia, Georgia Meloni, ha declarado que hará lo posible por defender a su candidato y cerrar el paso a Nadia Calviño, y ha dado por hecho que la elección para la presidencia del BEI no tendrá lugar en el próximo consejo europeo de ministros de Economía del 15 y 16 de septiembre en Santiago de Compostela -y a cuyo frente estará Calviño- sino que se retrasará hasta final de año, que es cuando expira el mandato del actual presidente, el alemán Werner Hoyer.
Aunque las fuentes consultadas admiten que la presidencia del BEI puede tener más proyección internacional ven más relevante asumir la máxima responsabilidad del MUS, que es como se conoce al mecanismo de supervisión bancaria europea, y que entraña la vigilancia de las principales entidades financieras de la Eurozona. También piensan así en el sector financiero, aunque recuerdan no sin zozobra el rigor y la perseverancia de Margarita Delgado a la de hora del escrutinio de sus cuentas.
La pérdida de la pieza del BEI supondría un mazazo para el presidente Sánchez, que ha apostado fuerte por su vicepresidenta Calviño, y que ostenta durante este semestre la Presidencia de la Unión Europea. Contra lo que pueda creerse, el hecho de que Calviño vaya a dirigir entre el 15 y el 16 de septiembre el consejo de ministros de Economía en los que pretende introducir el nombramiento de la presidencia del BEI en el orden del día tampoco es del agrado de amplios sectores comunitarios, pues ostentaría el papel de juez y parte en el proceso.
En todo caso, los medios consultados apuestan porque el nombramiento se retrase hasta finales de año, manteniéndose el suspense hasta entonces. La pérdida de la supervisión bancaria europea, sin embargo, es ya un hecho desde ayer.